El LCP actúa como estabilizador evitando el desplazamiento hacia atrás de la tibia en relación con el fémur. La gravedad y las fuerzas dinámicas provocadas por los tendones isquiotibiales provocan la traslación tibial posterior (TTP) cuando el LCP es insuficiente y el paciente está tumbado en posición supina.

La lesion del Ligamento Cruzado Posterior ( LCP) se producen en la mayoría de los casos durante accidentes de tráfico o deportivos. Los mecanismos de lesión más frecuentes son los accidentes de moto y fútbol.

Más del 75 % de los pacientes son hombres. La lesión es más frecuente en el grupo de edad de 20–30 años. Las lesiones contra el tablero de mandos y las caídas sobre la rodilla flexionada son las causas de lesión principales.

TRATAMIENTO de la Lesion de Ligamento Cruzado Posterior

Se recomienda a pacientes con inestabilidad menor (grado 1 y grado 2) con hundimiento posterior = 10 mm que reciban un tratamiento conservador. Para aquellos con un grado de inestabilidad mayor (grado 3), que es con mayor frecuencia parte de una inestabilidad combinada, puede ser beneficiosa la reconstrucción quirúrgica.

Aplicar un tratamiento conservador con la rodilla inmovilizada en escayola con extensión completa hasta seis semanas. La escayola mantiene la tibia en posición de cajón anterior. Posteriormente, se continúa con el tratamiento utilizando una ortesis dinámica

El tratamiento de la lesion de Ligamento Cruzado Posterior depende de la elección del momento oportuno y del grado de lesión, del cumplimiento del paciente y de las exigencias/ grado de actividad del paciente.

La rehabilitación debería centrarse en la carga de peso progresiva y hacer hincapié en el fortalecimiento del cuádriceps, al mismo tiempo que debe proteger la curación del ligamento o injerto.

OBJETIVO

El objetivo a conseguir es permitir a los pacientes retomar las actividades deportivas una vez alcancen un rango de movimiento indoloro y una recuperación adecuada de la fuerza del cuádriceps.

EJERCICIOS DE REHABILITACION

Con la ayuda de una ortesis, el paciente puede llevar a cabo ejercicios de rehabilitación que acelerarán el proceso de mejora de la lesión.

Lo que queremos conseguir con esta variedad de ejercicios es mejorar la movilización y fortalecimiento de los músculos de la rodilla.

La función del LCP está poco apoyada por estabilizadores secundarios. Esto significa que el material utilizado para sustituir el LCP está sometido a una mayor carga en la fase postoperatoria, aunque tan sólo sea por el peso propio de la pierna.

El fortalecimiento del cuadriceps es la base de la rehabilitación en reconstrucción del LCP, ya que estabiliza la tibia dinámicamente y contrarresta la tracción posterior de los Hamstrings.

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