Las fracturas infantiles son una de las lesiones más comunes en los niños, lo cual no es ninguna sorpresa si tienes en cuenta todo lo que tu hijo corre, salta y, por supuesto, se cae.
Clasificación de las fracturas de huesos en los niños
Tienen patrones muy característicos y bien diferenciados de los adultos. Dependiendo de sus características, las fracturas en los niños se clasifican en:
- Fractura de Torus (del latín cordón). También se conoce como “fractura de toro”, “fractura en rodete” o “caña de bambú”: La capa superior del hueso es comprimida, causando que el otro lado se doble hacia afuera del cartílago de crecimiento. Es una fractura estable y no hay desplazamiento de los huesos.
- Fractura en tallo verde: recibe ese nombre porque el trazo de la fractura es similar al producido cuando se intenta romper un tallo verde. No se quiebra completamente sino que se produce una inflexión del hueso desde sus extremos.
- Fractura del cartílago de crecimiento: se produce en las placas epifisarias, placas compuestas cartílago cerca de los extremos de los huesos, y puede tener repercusión en el crecimiento de ese hueso.
- Fractura metafisaria: la fractura cruza la porción superior o inferior del cuerpo del hueso y no afecta al cartílago de crecimiento.
Detectar un hueso roto en un niño
En los niños, sobre todo los más pequeños, a veces puede ser difícil saber si hay una fractura. Sin embargo, puedes observar algunas señales que pueden ser bastante fiables:
- Presencia de hinchazón y moratones en la extremidad.
- Dolor intenso, sobre todo en un único punto
- Zona muy sensible al tacto
- Incapacidad o negación para mover la extremidad (Cuidado: un niño puede tener una fractura incluso si puede mover la extremidad)
- Fracturas de codo, de antebrazo o de tibia son algunas de las más frecuentes en los niños.
Tratamiento de las fracturas en los niños
Cuando hay sospecha de fractura se debe inmovilizar la extremidad del niño hasta llegar a nuestro centro de asistencia. Cada fractura tiene su tratamiento específico, dependiendo además de la edad del niño, pero en términos globales, el objetivo es conseguir la consolidación del hueso de forma rápida y efectiva, evitar los desplazamientos y evitar la aparición de complicaciones.
- Las fracturas leves sólo requieren de una férula o yeso durante 3 o 4 semanas hasta que suelden.
- Las fracturas más severas pueden requerir que el médico tenga que manipular los huesos para alinearlos debidamente y pueden necesitar inmovilización durante más tiempo.
- La cirugía en caso de fractura en los niños está indicada cuando hay desplazamientos, cuando los huesos no pueden alinearse de forma manual, cuando los huesos se han fracturado pasando a través de la piel o cuando han comenzado a soldarse en una posición incorrecta.
Precauciones para evitar los huesos rotos en los niños
La actividad física ayuda a estimular el crecimiento óseo y forma parte del desarrollo del niño. Sin embargo, es importante prestar atención para eliminar obstáculos antes de tiempo y prevenir acrobacias o actividades que estén más allá del nivel de coordinación actual de tu hijo.
Una alimentación saludable, rica en calcio y en vitamina D, ayudará al desarrollo óseo de tu hijo. Consulta a tu pediatra sobre una dieta saludable para niños.
Vigila, en la medida de lo posible, la seguridad en el hogar, instalando barreras en las escaleras y asegurando los muebles pesados a las paredes para que no puedan caer sobre el niño. Cuida también la seguridad de los bebés con un mobiliario adecuado (cuna, cambiador, bañera, etc.). Ten cuidado también a la hora de seleccionar juegos y andadores para tu hijo.