Codo de tenista o epicondilitis

El codo de tenista o epicondilitis ocurre, cuando los tendones del antebrazo, cerca del codo, han sido sobre trabajados.

La sobrecarga resulta en una inflamación así como una probable presencia de desgarros en estos tendones. A pesar de su nombre relacionado con el tenis, no es exclusiva de esta actividad deportiva, ya que también se puede presentar en personas que realizan movimientos de extensión de la muñeca (llevar la muñeca hacia atrás) repetitivos como ocurre en pintores, cocineros, uso excesivo del “mouse” en la computadora, o bien teclear mensajes en el celular.

Cualquier movimiento que involucre llevar la muñeca hacia atrás o bien dar un saludo de mano, son movimientos que se realizan a diario y que pueden ocasionar la inflamación de estos tendones.

Síntomas

Los síntomas que se presentan son dolor de tipo quemante o punzante en la zona lateral (externa) del codo, que aumenta al cargar objetos pesados, o bien al realizar movimientos de extensión en la muñeca. Generalmente el dolor inicial es leve, pero puede progresar a ser incapacitante, llegando a presentar inflamación en el codo y disminuyendo la capacidad de prensión de nuestra mano como al dar un saludo, o bien, al querer tocar una puerta con la mano.

Diagnóstico

El diagnóstico, por lo general es clínico posterior a una valoración médica, pero puede requerir de estudios de imagen complementarios que incluyen: ultrasonido musculoesquelético de codo y/o resonancia magnética de codo. Estos estudios demostrarán la presencia de inflamación del o los tendones extensores con origen en el codo, así como bien, pueden demostrar la presencia de un desgarro de los mismos, principalmente en el extensor radial corto del carpo.

Tratamiento conservador

El tratamiento incluye reposo de actividades que aumentan el dolor así como evitar actividades que involucren extensión repetitiva de la muñeca. Los ejercicios de estiramiento para muñeca, pueden ayudar a largo plazo a prevenir este tipo de lesiones, así como a disminuir el dolor.

Los movimientos de estiramiento incluyen estirar el codo hacia el frente y con la palma de la mano apuntando hacia abajo; ayudándonos con la otra mano, empujaremos el dorso de la mano hacia abajo, sin dejar de apuntar el brazo hacia el frente, para entonces flexionar la muñeca, de tal forma que toda la musculatura extensora del antebrazo se estire. Mantener dicho estiramiento por 10 segundos. Con el codo en la misma posición inicial del ejercicio previo pero con la palma de la mano apuntando hacia arriba, jalar hacia abajo la mano, sin dejar de apuntar el brazo hacia el frente, con ayuda de la otra mano, para estirar la musculatura flexora del antebrazo.

El dar masaje con hielo en la zona afectada es preferible a solo usar una bolsa de hielos o bolsas de gel previamente congeladas y dejarlas en el codo por 30 minutos. Una banda para epicondilitis podrá ayudar a disminuir el estrés al que estarán sometidos los tendones y por tanto permitiendo una cicatrización.

Fisioterapia

La fisioterapia llega a ser útil en algunos casos, así como las ondas de choque. Las infiltraciones con corticoesteroides en el epicóndilo dan alivio temporal, si son colocadas adecuadamente, pero si se infiltra directamente el tendón pueden ocasionar una ruptura a largo plazo de éste. El uso de plasma rico en plaquetas en esta zona, es de las pocas regiones donde se ha visto evidencia, que aunque es de mediana calidad científica, sustenta su uso.

Tratamiento quirúrgico

En casos extremos, en los que la enfermedad no ha respondido bien al uso de analgésicos, antiinflamatorios, reposo, etc., por 4 a 6 meses, la cirugía para epicondilitis, estará indicada, la cual consistirá en retirar el tejido cicatrizal y estimular tejido que promueva su cicatrización. Posteriormente habrá que completar el protocolo de rehabilitación y un programa de ejercicios excéntricos.

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