Artrosis de rodilla

También conocida como gonartrosis, o desgaste articular de rodilla. Ocurre por lo general en la población mayor a 60 años, aunque existen algunas excepciones. Consiste en la degeneración del cartílago articular que ocasiona un colapso de los compartimentos de la rodilla ocasionando un desbalance en las cargas normales a las que está sometida la articulación y por tanto un desbalance en los tejidos blandos que la componen.

Causas

Las causas de la artrosis o degeneración articular incluyen:

  • Alteraciones en los huesos que componen la rodilla
  • Alteraciones en el cartílago de la rodilla
  • Distribución anormal en las cargas a las que se somete esta articulación
  • Combinación de las anteriores.

Síntomas

Los síntomas pueden incluir:

  • Dolor que aumenta gradualmente y que con el paso del tiempo no responden al tratamiento con antiinflamatorios ni al reposo (inclusive al dormir)
  • Inflamación.
  • Dificultad para subir y bajar escaleras.
  • Disminución gradual en la distancia recorrida al caminar.
  • Deformidades en la alineación de la rodilla.
  • Crepitación constante a la movilización de la rodilla.

La exploración física es importante ya que esto orientará al diagnóstico, el cual se complementará con estudios de imagen que por lo general requieren únicamente una serie de radiografías de rodilla.

Tratamientos

El tratamiento depende del compromiso del paciente con su padecimiento así como de la gravedad del padecimiento. Se debe valorar a cada paciente ya que el tratamiento no es el mismo en todos los casos.

Los tratamientos para la artrosis de rodilla incluyen:

  • Rehabilitación dirigida a fortalecimiento muscular y modificación de las actividades (incluyendo pérdida de peso, ejercicios de bajo impacto, etc.)
  • Uso de una rodillera especial que libera la presión y aumenta el espacio del compartimento afectado.
  • Uso de antiinflamatorios tomados así como aplicación de cremas que contengan alguna sustancia antiinflamatoria
  • Inyección de corticoesteroide en la rodilla para disminuir el proceso inflamatorio generado por la degeneración articular
  • Uso de suplementos alimenticios (condroprotectores) para proteger el cartílago restante y disminuir la velocidad de degeneración en la rodilla.
  • Inyección de lubricantes (viscosuplementación) para aumentar la superficie de contacto y disminuir la fricción entre las superficies dañadas en la articulación.
  • Limpieza articular mediante artroscopia donde se intentan regularizar las superficies y extraer los cuerpos libres que generan dolor.
  • Sustitución de las superficies articulares al colocar una prótesis (artroplastia) de rodilla

Con excepción de la prótesis, la mayor parte de los tratamientos ofrecidos, únicamente controlan el dolor y su objetivo es retardar la progresión de la artrosis a una fase más avanzada.

Reemplazo articular

El único tratamiento probado hasta el momento que cambia el proceso natural de esta enfermedad y mejorar la calidad de vida, es la colocación de una prótesis total de rodilla, la cual consiste en retirar únicamente las superficies articulares dañadas de la rodilla en el fémur, tibia y patela y sustituirlas por implantes hechos de titanio y/o aleaciones de Cromo-Cobalto-Molibdeno, así como un plástico (polietileno).

Se considera una cirugía mayor y los resultados están directamente relacionados a la técnica quirúrgica aplicada al implante colocado, así como al compromiso del paciente con su proceso de rehabilitación postquirúrgica.

Con una técnica adecuada y un implante escogido de buena calidad la sobrevida actual de una prótesis es de 20 a 30 años.

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